Este tratamiento para bajar de peso implica la colocación de un balón en el estómago, que se rellena con una solución salina estéril. Se coloca por vía oral, sin cirugía, bajo anestesia ligera, lo que evitará cualquier tipo de fatiga. La colocación del Balón Intragástrico es un procedimiento sencillo y rápido que no requiere hospitalización.

Todo el procedimiento dura unos 20 minutos.

El balón llenará el estómago ayudando a que los pacientes se sientan satisfechos con comidas más pequeñas.

1. El balón gástrico reduce el espacio disponible en el estómago para la comida. El estómago promedio tiene un volumen de 1.5 L y el balón gástrico promedio ocupa cerca de la mitad de ese espacio. Eso deja alrededor del 60% de su estómago disponible para alimentos. Físicamente no podrá comer tanto como antes de la colocación del balón gástrico.
2. El balón ralentiza sustancialmente el paso de los alimentos a través del estómago, haciéndote sentir satisfecho más rápido y permanecer lleno por más tiempo.

El tratamiento con Balón Intragástrico puede responder a diferentes tipos de problemáticas de sobrepeso y obesidad según las necesidades de cada persona:

• Personas que desean perder más de 12 kilos con dieta supervisada.
  
• Personas que quieren mejorar su salud o evitar que aparezcan las complicaciones cardiacas y metabólicas propias del sobrepeso y la obesidad.
  
• Personas que han fracasado en los intentos de dietas o que han recuperado el peso perdido tras finalizarlas.
  
• Pacientes que necesites bajar de peso antes de una operación quirúrgica asociada con la obesidad.

   

El balón intragástrico está diseñado para pacientes con un IMC mínimo de 30-40 y sin cirugía estomacal o esofágica previa.

• Una apoyo para pacientes que han probado múltiples dietas y regímenes de ejercicio sin resultados.
  
• No hay cirugía involucrada.
  
• El balón se coloca temporalmente y luego se retira.
  
• El procedimiento de balón gástrico es menos costoso que una opción quirúrgica.
  
• Algunos pacientes que no son elegibles para la cirugía pueden ser aptos para el procedimiento de balón gástrico.
• El balón gástrico produce resultados de pérdida de peso permanente.

Entre 12 y 30 kilos, dependiendo de cada persona, de su situación, de la disciplina que posea al establecer nuevos hábitos alimentarios y de si combina este procedimiento con un programa de ejercicios deportivos.

El balón gástrico se introduce en el estómago a través de la boca mediante un procedimiento endoscópico que se completa con una sedación leve. Una vez que el paciente está levemente sedado y cómodo, el cirujano usa una cámara endoscópica o «gastroscopio» para verificar si hay anomalías. Si no se encuentra ninguna, se coloca el balón en el estómago y se llena, expandiéndose con una solución salina estéril, que se basa en la constitución corporal del paciente.

Es un procedimiento ambulatorio no quirúrgico que toma alrededor de 20 minutos. Luego el paciente será monitoreado en la sala de recuperación.

Garantizamos que su intervención la realizarán doctores referentes internacionales en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato digestivo y la obesidad.

El comienzo de su viaje de pérdida de peso.

• Siga las pautas dietéticas: aproximadamente 48 horas antes del procedimiento, comerá alimentos blandos. No comerá ni beberá nada 12 horas antes del procedimiento de balón gástrico. En caso de duda, consulte las pautas previas al procedimiento.
  
• Pregúntele a alguien de su confiaanza si puede acompañarle a su cita y de regreso.
• Tómese un descanso: si bien este es un procedimiento no quirúrgico, es común que los pacientes experimenten algunos síntomas después del procedimiento, como náuseas, dolor abdominal o vómitos.

El balón gástrico se retira de la misma manera que se insertó, seis o doce meses después de su colocación por vía endoscópica. El paciente recibirá un sedante suave o un anestésico ligero, y se retirará el balón a través del esófago.

• Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

• Enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.

• Presión arterial alta.

• Apnea obstructiva del sueño.

• Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) o esteatohepatitis no alcohólica (ENA).

• Diabetes tipo 2.

La mayoría de los pacientes no experimentan ninguna complicación en absoluto.

Si bien existen algunos riesgos asociados con el procedimiento del balón gástrico, como dolor y náuseas, estos síntomas durarán sólo unos pocos días y se pueden tratar con medicamentos orales. El dolor generalmente está relacionado con el cuerpo tratando de eliminar el balón.

Las náuseas y los vómitos son muy comunes durante los primeros días. El reflujo ácido es común.

Puede generar dificultad para dormir. Los trastornos del sueño pueden estar relacionados con un malestar estomacal o reflujo ácido mientras se está acostado.

Denominamos obesidad al aumento excesivo de grasa corporal, que cuantificamos como superior al 25% de grasa en hombres y al  33 % de grasa en mujeres. Ya que la medición directa o indirecta de la grasa corporal requiere técnicas especiales, más allá de la práctica clínica habitual, utilizamos para el diagnóstico y valoración del grado de obesidad medidas antropométricas, que estiman la masa de grasa como el índice de masa corporal.

Quételet, matemático y sociólogo belga, definió este índice actualmente conocido como índice de masa corporal (IMC) o índice de Quételet, como el peso en kilogramos dividido por la talla en metros al cuadrado, que ha demostrado una correlación aceptable con el porcentaje de masa grasa corporal medida por métodos más complejos.

Aunque los criterios para definir la obesidad a partir del IMC han ido cambiando con el tiempo, en la actualidad se estima que el peso normal de un individuo debe estar entre 18,5 y 24,9 kg/m2, el sobrepeso entre 25 y 29,9 y la obesidad cuando el IMC es superior a 30 kg/m2. Algunos atletas tienen un IMC de > 30 y no son obesos porque no se corresponde con un aumento de grasa corporal, sino de masa muscular mientras que puede haber individuos con IMC normal y tener un exceso de grasa por hábitos de vida sedentaria.

Inmediatamente después de colocar el balón, sentirá algunas molestias, que pueden durar desde unos pocos días hasta un par de semanas. Algunas molestias son normales, pero asegúrese de informarle a su cirujano bariátrico cualquier cosa que sienta anormal o dolorosa.

Durante la primera semana después del procedimiento, la mayoría de los pacientes no tienen hambre.

Su apetito puede comenzar a regresar lentamente durante la semana 2. Sin embargo, se sentirá lleno después de una cantidad mínima de alimentos.

Durante las semanas 3 a 6, notará que su apetito continúa fortaleciéndose y aumentará su capacidad para tolerar más alimentos.

Durante las semanas 7 a 12, debe continuar perdiendo peso, generalmente a un ritmo más lento en comparación con las primeras 6.

Durante las semanas 12 a 26, debe concentrarse en mantener su pérdida de peso. Es esencial aprender a mantener la pérdida de peso centrándose en una dieta saludable y un programa de ejercicio adecuados.

Si bien puede continuar perdiendo peso durante este período, la pérdida de peso de la mayoría de los pacientes se estanca alrededor de los tres meses. Asegúrese de tomarse este tiempo para convertir sus cambios en la dieta y el ejercicio en hábitos.

Se ha demostrado que el procedimiento del balón gástrico es muy útil para ayudar a los pacientes a perder peso rápidamente y mantener los resultados con el paso del tiempo.

Somos profesionales centrados en la práctica científica. Estamos comprometidos a brindar una atención médica humana y de excelencia y nos guiamos, invariablemente, por los principios de la Deontología Médica, buscando la mejora continua en el ejercicio profesional y en la calidad asistencial, basadas en el conocimiento científico y la autoevaluación, con vocación y sobre modelos éticos.

Los balones gástricos están diseñados para permanecer en el estómago durante 6 meses o 12 meses, dependiendo del modelo.

Es natural que los pacientes sientan algunas molestias durante los primeros días tras su colocación. Después de eso, lo habitual es no percibir nada, el paciente simplemente se sentirá lleno con menos calorías.

Los pacientes limitarán sus actividades durante tres días después del procedimiento de balón gástrico. En función de la rapidez con la que el paciente se adapte al balón, podrá retomar su rutina a los tres días.

Durante la primera semana después del procedimiento, se debe limitar la actividad física vigorosa. Una vez que el cuerpo se acostumbra a los cambios, los pacientes pueden adoptar un programa regular de ejercicios.

Es posible que se apliquen algunas restricciones sobre el tipo de alimentos que puede comer, como comer demasiados alimentos grasos y dulces.

Los balones gástricos se llevan utilizado en el tratamiento de la obesidad desde hace más de 20 años. Durante este tiempo han evolucionado en forma, tamaño y diseño, dando como resultado un producto moderno y duradero, que ahora está bien establecido como un procedimiento seguro para perder peso.

El globo gástrico se llena con un tinte especial, azul, que cambia el color de la orina. Si el balón gotea o se desinfla, lo notará inmediatamente en el color de su orina. Debe ponerse en contacto con nosotros inmediatamente.

El seguimiento es crucial para el éxito del tratamiento. Los pacientes se reunirán al menos una vez al mes con los diferentes especialistas. Es esencial monitorear y evaluar su progreso y hacer cambios en su estilo de vida para asegurar su progreso. Durante este proceso aprenderá todo lo necesario para continuar su vida de forma saludable.

Al tener sensación de menor hambre y saciedad precoz, la eficacia del balón gástrico es incuestionable para ayudarle a controlar mejor sus comidas. Será la consulta médico-paciente la que decidirá qué método es el más adecuado para cada objetivo.

Beber alcohol no es peligroso para el balón, aunque el equipo de nutricionistas le aconsejará dentro un programa dietético para conseguir los objetivos de pérdida de peso y mejora de la salud.

El objetivo de Santa Ángela Salud se dirige hacia la reeducación nutricional del paciente, en la mejora de sus hábitos nutricionales. Si está dispuesto a comprometerse con los nuevos cambios en el estilo de vida y los seguimientos médicos, incluida la terapia conductual, este procedimiento podría ser perfecto para usted.

Se estima que en el año pasado se produjeron 4.5 millones de muertes en el mundo a causa del sobrepeso y la obesidad.

El fácil acceso a la comida, la vida cotidiana en nuestra sociedad que requiere muy poca actividad física y ocasiona poco gasto energético, las comidas más apetecibles y las raciones más grandes a precios más baratos, son algunas de las principales causas del aumento de la obesidad en nuestro entorno. También el incremento del consumo de grasas y alimentos hipercalóricos, que provocan menor saciedad y mayor eficiencia de almacenamiento de energía, es decir más energía con menos volumen y menor saciedad, junto a determinados aspectos urbanísticos que favorecen el uso del coche son otros factores favorecedores del incremento del número de obesos. 

En España entre los factores socioeconómicos, cabe destacar que las mujeres mayores de 45 años con nivel de instrucción bajo, constituyen el grupo mayor de obesidad. Por otro lado el advenimiento de la sociedad tecnológica, tv, ordenadores, mejoría de las redes de comunicación, y los juegos electrónicos, facilitan la obesidad, junto a la poca importancia de la educación física en el medio escolar.

Es una evidencia el aumento de la obesidad infantil, de hecho se ha demostrado que a partir de los 5 años, los niños comen más si se les ofrecen raciones más grandes.